La música es cultura, es la capacidad de transmitir valores con ellas. Para muchas personas, la música es una forma de diversión, de entretenimiento, un modo de relajación…
Personalmente para mí,
el hacer y practicar música supone expresar una gran cantidad de sentimientos
que somos capaces de expresar a través de su práctica y que en muchas ocasiones
somos incapaces de transmitirlos en la realidad.
La música es cultura porque con ella
experimentamos sensaciones y sentimientos inexplicables. Con la música puedes
sentir la alegría, el bienestar, la paz… pero también puedes experimentar con
ella el dolor, la tristeza, la rabia, la furia…
Más
concretamente, estos sentimientos pueden vivirse más intensamente cuando eres tú
quien haces música, por ejemplo cuando tocas uno instrumento o formas parte de
una banda o una orquesta.
Te produce mucho bienestar cuando te ves capaz de
envolver de miles de sensaciones a los oyentes. Te sientes útil cuando eres
capaz mediante la música de hacerles experimentar las sensaciones de diferentes
sentimientos por los que uno no ha podido pasar nunca.
Ya más personalmente, para mí la
música es una manera de expresar todo lo que siento que no puedo expresar cara
a cara. Siento la tristeza en mi interior cuando toco, la soledad, la nostalgia
que me producen escalofríos solo de pensarlo. La música se ha llegado a
convertir en una medicina para mí.
Cuando estoy mal toco para calmar mi dolor,
tratar de olvidar aquellos problemas que me hacen sentir mal y me ayuda a
relajarme cundo estoy muy enfadada o nerviosa.
A continuación os dejo aquí un poema que refleja la música como transmisora de sentimientos y experiencias.
LA MÚSICA
Yolanda Barry.
Embellece mi alma,
me calma, me alimenta,
me llena, me entretiene,
solo con oírla
me siento viva.
Mi música
me alegra, me aligera,
me olvido de mis penas,
me transforma, enamora.
Quiero vivir a ritmo
de los compases,
iluminar mi mundo
de luces centelleantes.
Solo quiero oír música,
sentirla al calor de mi cuerpo,
llenarme de estrellas relucientes
y bailar, bailar sin descansar.
Quiero bailar con su armonía,
cantar con sus lindos versos,
escribir mientras la escucho
y dormir...oyéndola en mis sueños.
Solo así viviría feliz,
llevándola en lo más hondo
de mi alma,llevándola
hasta mi último suspiro,
aun así...la quiero conmigo
Para terminar os dejo aquí con un vídeo de la violinista Katica lllényi para que podáis experimentar todos esos sentimientos y sensaciones que vivo y siento en mi interior y de los que en esta entrada he tratado de explicaros.
Espero que disfruteis.
Cristina Berlanga Moya.